Después que el pleno del Senado aprobó un plan de reforma migratoria que abre un camino a la ciudadanía para millones de indocumentados, el presidente Barack Obama, senadores demócratas y organizaciones comunitarias pidieron a la Cámara de Representantes que debata y apruebe un plan similar, sin contratiempos.
Obama pidió el sábado a la Cámara Baja que le envíe cuanto antes una ley de reforma migratoria para firmarla. El mandatario señaló que hay tiempo suficiente para hacerlo antes del receso de agosto.
En la víspera, el senador Bob Menéndez (demócrata de Nueva Jersey), uno de los integrantes del Grupo de los Ocho que redactó el anteproyecto S. 744 aprobado el jueves con el voto de 68 senadores, advirtió que la ley podría estar lista más allá del tiempo esperado, avanzado el otoño.
Días antes, el líder del Senado, Harry Reid (demócrata de Nevada), dijo en una nota publicada en la página digital de Univision -previo al voto final de la reforma en la Cámara Alta-, que el plan será aprobado si “nuestros colegas en la Cámara de Representantes por fin le dicen no al Tea Party y se unen al Senado en esta postunidad única de arreglar este sistema (de inmigración) que no funciona”.
Llamado a pactar
Reid ha dicho que espera que la reforma migratoria se convierta en ley en el verano. Pero quienes tienen la última palabra son los líderes de ambos partidos en la Cámara de Representantes.
Obama, quien realiza una gira por el continente africano, pidió el sábado al presidente de la Cámara, John Boehner (republicano de Ohio) y a la líder de la minoría demócrata, Nancy Pelosi (California), que hallen la manera de aprobar la reforma migratoria.
El plan S. 744 probado por el Senado se basa en un fuerte componente de seguridad fronteriza e incluye un camino a la ciudadanía para indocumentados que se encuentran en Estados Unidos desde antes del 31 de diciembre de 2011, carecen de antecedentes penales, entreguen sus huellas digitales al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), paguen impuestos y cancelen multas.
De la seguridad fronteriza, el anteproyecto establece un presupuesto de $30 mil millones para incrementar la seguridad, la contratación de 21 mil nuevos agentes para la Patrulla Fronteriza (Border Patrol), la construcción de 700 millas de vallas fronterizas, la implementación obligatoria del E-Verify, tecnología de punta para poner fin al cruce indocumentado y un sistema biométrico que verifique el ingreso y salida de extranjeros.
El liderazgo de la Cámara, sin embargo, ha advertido que no debatirá el plan aprobado por el Senado y que someterá a discusión su propia versión. El ala ultraconservadora del partido republicano mantiene la postura esgrimida desde 2005 de negar la legalización de los indocumentados, un paso que tilda de “amnistía”.
Reforma por pedazos
Al tiempo que un grupo bipartidista integrado por cuatro demócratas y tres republicanos redacta en secreto un proyecto que incluiría un camino de legalización para la mayoría de indocumentados y deja dudas si permitirá la ciudadanía, los detractores de la reforma migratoria amplia presionan para debatir en la cámara el proyecto por partes.
A mediados de junio el Comité Judicial aprobó una iniciativa que criminaliza la estadía indocumentada, acto que en la actualidad constituye una falta de carácter civil. La enmienda fue aprobada por amplio margen en ese comité.
A mediados de diciembre de 2005 la Cámara aprobó el proyecto de ley H.R. 4437 del legislador James Sensenbrenner (republicano de Wisconsin), medida que criminalizó la estadía sin papeles y desató una oleada de protestas en los principales estados con alta concentración de hispanos.
Las marchas recordaron el movimiento por los derechos civiles de la década de los sesenta liderados por el reverendo Martin Luther King, Jr.
En mayo de 2006 el Senado aprobó una versión distinta que incluyó una vía de legalización para millones de sin papeles. Ambas iniciativas fueron enviadas al Comité de Conferencia para que las armonizara, pero en junio el entonces liderazgo republicano canceló la instancia aduciendo razones de seguridad nacional.
Desde entonces la reforma migratoria no había tenido un escenario propicio para ser debatida y aprobada como hasta ahora.
Paso crítico
Además del llamado de Obama a los legisladores de la Cámara de Representantes, la directora del Consejo de Política Doméstica de la Casa Blanca, Cecilia Muñoz, dijo en una nota que el voto del jueves en el Senado a favor de una reforma migratoria con sentido común constituía un “voto bipartidista sólido”, y señaló que el Senado “cumplió con el pueblo americano, lo que nos lleva a un paso crítico más cerca de arreglar nuestro sistema de inmigración que no funciona”.
Agregó que el plan S. 744 “guarda consistencia” con los principios clave que el Presidente expuso y que la versión “establece un camino a la ciudadanía para los 11 millones de personas que están aquí ilegalmente y moderniza nuestro sistema de inmigración legal”.
“El Senado ha sentado las bases y ha hecho su labor; ahora depende de que la Cámara de Representantes haga lo mismo. Estamos en una posición privilegiada para arreglar nuestro sistema y, aunque existen opositores de la reforma que van a intentar impedirla, no podemos permitir que eso suceda”, apuntó.
El Consejo Nacional de La Raza (NCLR), la principal organización hispana de Estados Unidos, dijo que el voto en el Senado “representó un logro increíble para todos aquellos que han trabajado tan arduamente para traer una solución a nuestro sistema roto de inmigración después de décadas de debate polémico”.
Concesiones dolorosas
“Mientras que entendemos que este proyecto de ley está lejos de lo que consideramos ideal, el Senado ha dejado claro con su apoyo que un esfuerzo bipartidista y comprensivo que incluye un camino hacia la legalización y crea un sistema moderno para el siglo 21 es deseable y alcanzable,” dijo Janet Murguía, Presidenta y Gerente General del NCLR.
Murgia dijo que el plan S. 744 incluye “concesiones dolorosas y ciertamente impone un sistema nuevo que se enfoca demasiado en el cuidado fronterizo”, pero también reconoce que “restaurar la ley requiere un sistema migratorio que elimine el trafico del mercado negro, permite que los inmigrantes lleguen a este país con visas en vez de un traficante y le da la oportunidad a aquellos inmigrantes quienes están trabajando y cuidando sus familias en el país que legalicen su estatus, después de que pasen un chequeo de su historial criminal”.
“Como tal, nuestra comunidad seguirá involucrada activamente en este proceso, particularmente en asegurar que la aplicación de la ley se está llevando a cabo en una forma inteligente, y en defender el camino hacia la ciudadanía”, agregó. “Déjame ser bien clara: los votantes latinos que ayudaron a que llegáramos a este momento que ha cambiado el juego, recordaremos este voto”, dijo.
“Particularmente, se acordarán de aquellos quienes apoyaron -y aquellos quienes descartaron- los mejores intereses de nuestra comunidad y del país”, añadió. “La pregunta ahora es si la Cámara de Representantes se alineará con el progreso o tratará de prevenirlo”.
Que no bajen la guardia
La organización CASA en Acción, en Hyattsville, Maryland, dijo que el plan de reforma migratoria aprobado por el Senado garantiza la unificación familiar y abre un camino a la ciudadanía que los inmigrantes “han peleado” por años, y que es hora que el Congreso “arregle el sistema migratorio injusto de nuestro país de una vez por todas”.
“Nosotros estamos en esta batalla hasta el final,” dijo Gustavo Torres, el Presidente de CASA en Acción. Señaló que seguirán movilizándose hacia el Congreso “hasta que este proyecto de ley sea aprobado”.
“Mientras que el debate entra a la Cámara de Representantes, CASA se concentrará principalmente en comunicarle al líder de mayoría, Eric Cantor, que la aprobación de la reforma migratoria es la única manera en la cual los republicanos pueden ganar la Presidencia en el futuro”, indicó.
“Catorce Senadores Republicanos votaron para resolver el crisis migratoria en nuestro país,” apunto Torres. “Seguiremos trabajando para asegurar que la Cámara de Representantes no los dejen colgando”.
El senador Menéndez dijo que la comunidad latina jugará un papel clave durante el debate en la Cámara Baja. “Si nosotros seguimos alzando nuestras voces, si las instituciones que apoyaron al esfuerzo que nosotros tuvimos en el senado, las organizaciones religiosas, los sindicatos, los grandes negocios del país que quieren la reforma y todos los sectores ahora se enfocan en la Cámara de Representantes, yo creo que la presión va a ser tanta que ellos van a tener que, o considerar nuestra ley o por lo menos considerar su versión, pero su versión tiene que incluir una vía a la ciudadanía”.
Via noticias.univision.com